La terminal intermodal ideal

Clementine Suraud Kiffer,

La terminal intermodal ideal


Desde el grupo de trabajo de logística multimodal del clúster Railgrup, llevamos a cabo una labor continua de recopilación y análisis de datos sobre el tráfico y las características infraestructurales de los terminales ferroviarios en España y el sur de Francia. A través del observatorio que hemos desarrollado en el marco de esta iniciativa, hemos identificado una serie de indicadores clave que permiten definir los elementos que configuran una terminal intermodal eficiente.

Uno de los principales hallazgos del observatorio es que existen métricas objetivas que permiten comparar el rendimiento de diferentes terminales. Por ejemplo, el número de Unidades de Transporte Intermodal (UTI) manipuladas al año por metro cuadrado de superficie de carga y descarga, o por vía operativa, son indicadores particularmente relevantes.

Se ha observado que algunas terminales alcanzan ratios de hasta 2 UTI/m², lo que demuestra un elevado grado de optimización del espacio. Asimismo, las terminales con solo dos vías de carga y descarga suelen presentar un rendimiento superior en términos de UTI manipuladas por vía, lo que sugiere que una infraestructura más compacta no es necesariamente una limitación si se gestiona de manera eficiente.

Cabe destacar que no deben considerarse únicamente las vías de carga y descarga (C/D). Las vías de recepción y expedición (R/E) juegan un papel clave en la operativa diaria, ya que permiten gestionar la llegada y salida de trenes, así como servir de zona de amortiguación (buffer). A nivel empírico, se ha determinado que el número óptimo de vías R/E debería ser aproximadamente el doble que el de las vías C/D.

Contrariamente a lo que podría suponerse, la presencia de grúas pórtico no es un elemento imprescindible para alcanzar un alto volumen de UTI manipuladas. Algunas de las terminales más eficientes de la península operan exclusivamente con Reach Stackers, equipos más flexibles y con menores costes iniciales y de mantenimiento. Esto convierte a estas máquinas en una solución recomendable para nuevas terminales que deseen iniciar su actividad con una inversión contenida, dejando abierta la posibilidad de incorporar grúas pórtico en una fase posterior de crecimiento.

Más allá de la operativa ferroviaria, una terminal moderna debe ofrecer servicios auxiliares que potencien su competitividad: depósito aduanero, conexiones para contenedores refrigerados (reefer), almacén para operaciones de consolidación y desconsolidación de carga, servicio de reparación de contenedores y servicio de pesaje.

La localización geográfica es otro factor determinante. La proximidad a terminales ya existentes puede restar atractivo a una nueva instalación. Es fundamental, por tanto, identificar zonas sin oferta existente de terminales con demanda potencial y la presencia de cargadores dispuestos a incorporar el tren en sus cadenas logísticas. Además, las conexiones ferroviarias con puertos de interés general son un elemento estratégico, especialmente en el contexto español, donde el transporte ferroviario de mercancías está estrechamente vinculado al tráfico marítimo.

En conclusión, una terminal intermodal eficiente no necesariamente requiere grandes inversiones iniciales, sino una planificación inteligente basada en indicadores clave, servicios adecuados y una ubicación estratégica. Con estos elementos, el sector ferroviario puede avanzar hacia una logística más competitiva, sostenible y adaptada a las necesidades reales del mercado.

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